La carrera de los dos mares. Tercera carrera World Tour, la prueba italiana con sus siete días de competición sirve, junto a
Paris-Niza que se desarrolla prácticamente a la par, para terminar de afinar la preparación del inicio de la temporada, y para que los grandes figuras del pelotón vuelvan a la primera plana, si es que no lo han hecho aún.
La prueba que une el mar Tirreno con el mar Adriático y que se celebra interrumpidamente desde el año 1966, presenta en su cuadragésimo novena edición terreno apto para todos los tipos de corredores, ya que a los largo de sus siete etapas podremos disfrutar de dos etapas de lucha contra el crono, una por equipos y otra individual, otras dos etapas reservadas para velocistas, dos etapas de media montaña y una etapa de montaña con final en alto, que completa el recorrido. Etapas bien diseñadas, que harán que durante toda la prueba vivamos grandes jornadas de ciclismo en todas sus versiones.
Vídeo promocional de la carrera
La participación, como es habitual, será de verdadero lujo, y aunque muchos de los gallos del pelotón han optado por Paris-Niza, en Italía disfrutaremos de la presencia de Cadel Evans (último ganador), Gilbert, Purito Rodríguez, Nibali, Cncellara o Di Luca. La lista de sprinters es muy amplia y de mucho nivel, que encabeza el campeón del mundo Cavendish que junto a Greipel, Farrar, Goss, Freire, Petacchi y Benatti, harán de las llegadas masivas un verdadero espectáculo. La lista completa de inscritos podéis consultar
aquí.
A continuación vemos detalladamente el recorrido y los perfiles de las siete etapas. Como nos tienen acostumbrados desde Italia, y sobre todos las carreras organizadas RCS, los perfiles y detalles del recorrido que nos muestran son de auténtico lujo, dejando al resto de carreras, salvo raras excepciones, en muy mal lugar en este apartado.
1ª etapa, miércoles 7: San Vincenzo - Donocratico (16,9 km-CRE)
La edición de este año comienza, como suele ser habitual, con una contrarreloj por equipos de casi diecisiete kilómetros, totalmente llana que servirá para hacer las primeras diferencias y donde los equipos que cuenten en sus filas con corredores con opciones a la victoria final no deben fallar.
2ª etapa, jueves 8: San Vincenzo - Indicatore (Arezzo) (230km)
A pesar de sus 230km, que llevarán a los corredores desde la ciudad costera de San Vicenzo hasta Indicatore, en el exerior de Arrezzo, no se trata de la etapa más larga de la ronda. Únicamente dos dificultades montañosas, Voltera (9,7km al 4,7%) y Castellina in Chianti (8,6km al 4,7%), ambas en la primera parte de la etapa. Desde la cima de la última subida, restarán aún 125km hasta la línea de meta, donde habrá un primer paso que servirá de sprint intermedio. Terreno más que suficiente para que los equipos de los sprinters controlen la carrera y la llegada masiva sea un echo.
Pequeña sorpresa a 4km de meta en forma de rampa del 9%, aunque no parece que sea suficiente para romper el orden y evitar la llegada al sprint.
3ª etapa, viernes 9: Indicatore (Arezzo) - Terni (178km)
Segunda jornada reservada a los corredores más rápidos del pelotón. Etapa totalmente llana con la única dificultada montañosa de Todi (2,3km al 8,3%) en el kilómetro 120 de carrera. De nuevo disfrutaremos de la lucha por la victoria entre los mejores sprinters del panorama actual.
4ª etapa, sábado 10: Amelia - Chieti (252km)
La montaña toma el protagonismo en la etapa más larga de esta edición. Tres altos de montaña en los que destaca el Passo Lanciano, unos de los puertos de mayor entidad de toda la carrera, con sus 12,3km al 8,4%. Los diez últimos kilómetros se presentan muy emocionantes con una primera subida del 5km, del -10 al -5, con una pendiente media del 5%, y con la subida final a Chieti, 1,1km al 11,6% con rampas del 19%, que se corona a tan sólo 1km de meta.
Terreno final en el que veremos ataques en busca de la victoria de etapa, que junto a su explosividad y los casi 250km que llevaran en sus piernas los corredores, harán que la carrera llegue rota a la línea de meta y pueda haber diferencias entre los favoritos.
5ª etapa, domingo 11: Martinsicuro - Prati di Tivo (196 km)
Estamos ante la etapa reina. Etapa de alta montaña con casi doscientos kilómetros de recorrido que incluyen los puertos de Atri (3,9km al 5,1%) en el kilómetro 64, Piano Roseto (20,3km al 4,8%) y la subida final a la estación invernal de Patri di Tivo (14,5km al 7,1%). Los dos últimas subidas estén encadenadas, no habiendo prácticamente un metro de llano entre el final del descenso de Piano Roseto y el inicio de la subida a Patri di Tivo.
El espectáculo esta garantizado en una etapa donde los favoritos deberán dar un paso al frente y asumir toda la responsabilidad en busca de mejorar sus opciones de cara a la victoria final, opciones que se definirán en su mayoría con el resultado de esta etapa.
6ª etapa, lunes 12: Offida - Offida (181 km)
Etapa con perfil típico de una clásica en el que tras unos primeros 75km, se darán 6 vueltas a un circuito de 16,2km con un primer kilómetro y medio al 4%, que da paso a un terreno favorable de 8km, tras el cúal comienza la subida a Ponte delle Pietre, 2,5km al 7,1% de pendiente media y una máxima del 10%, que tan sólo puntuara para la clasificación del premio de la montaña en el cuarto paso. Una vez coronado restarán 3,8km para la línea de llegada, donde el último kilómetro pica hacia arriba con un 3,6% de media.
Terreno en el que controlar la carrera será difícil y que dará pie a que aquellos corredores que perdieron tiempo en la etapa anterior busquen recuperarlo, para mejorar así en la clasificación general. Sin duda perfil muy atractivo, en el que podemos ver unos apasionantes 100 últimos kilómetros.
7ª etapa, martes 13: San Benedetto del Tronto (9,3 km-CRI)
Crontarreloj final que servirá para esclarecer el vencedor de la ronda, si aún no ha quedado definido. Perfil totalmente llano que se desarrollará por el paseo marítimo de la ciudad de San Benedetto del Tronto, lugar en el que tradicionalmente finaliza la prueba. Un bonito lugar para dar carpetazo final a una ronda que seguramente habrá sido apasionante.
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Una vez hecha la inspección al puerto y cenado, y tras una sobremesa, cuando nos disponíamos a dormir, algo nos sorprendió. No contábamos con los muchísimos camiones responsables del montaje de la meta, pódium y demás parafernalia que lleva el Tour. Además todos tocando el claxon para confirmar que aquello sí que es una fiesta. Viendo esto el 2º día que acampamos preparamos la noche de forma diferente y acudimos a una carpa montada para los aficionados y así olvidamos los ruidos de los caminos, aunque mermo nuestras fuerzas a la mañana siguiente.
