jueves, 5 de enero de 2012

El arte del Aguador

Una de nuestras primeras entradas del blog fue la de El Argot Ciclista, en la que uno de los términos incluidos era el de Aguador. Según nuestro argot, el aguador es el "ciclista encargado de bajar a la cola del pelotón en busca de agua y alimentos para el resto de compañeros de su equipo". Trabajo muy alejado de las cámaras y los flashes pero de vital importancia para el buen devenir de los compañeros y del equipo en carrera. Es el encargado de que a compañeros y sobre todo al líder no le falte avituallamiento y solo tengan que preocuparse de dar pedales.

Pero ¿quién es el encargado de este trabajo? 
Hay pocos corredores, por no decir ninguno, que puedan afirmar que ellos nunca han sido aguadores. No se trata de una simple tarea predestinada a algún tipo de corredores, sino que también es una muestra de compañerismo, y sobre todo, de galones. Por norma general, el trabajo de aguador es desarrollado por los ciclistas más jóvenes o por los gregarios; es decir, por corredores que por norma general tiene poco que perder en caso de que la carrera se encienda y les pille en cola del pelotón.



El aguador ¿nace o se hace?
Cierto es que esta labor no es muy mañosa ni complicada, sobre todo para aquellos que miden los kilómetros anuales en sus piernas por millares, aún así y para ser justos, decir que aún conservo secuelas, de cuando, siendo aún chaval, una tarde de verano tras ver la etapa del Tour, intentando emular junto a unos amigos a los mejores aguadores, dí con los huevos en el suelo. La dura vida del globero, que os voy a contar.

Por ello, y aunque cualquier pro es capaz de desempeñar esta labor sin parpadear, hay verdaderos artistas de este arte. Corredores que son capaces de llevar, en un solo viaje, 12 y 13 botes para sus compañeros. Y sin perder ninguno por el camino y sobre todo sin que se caliente el agua, porque ese es otro tema. Hay que subir a cabeza del pelotón con la suficiente celeridad y habilidad para que el cargamento llegue en perfecto estado.

Destacó por encima de todos, en este noble arte, el español José Antonio Garrido, quién causo furor durante el Giro de 2006, donde con su habilidad era capaz de subir 16 botellas de una sola vez para avituallar a sus compañeros. Sin duda toda una gesta en este ámbito.

J.A. Garrido - Foto: El Pais
Como decíamos antes, hasta los líderes aprovechando que bajan al coche para charlar con el director o a por agua, hacen las veces de aguador y llevan avituallamiento a sus compañeros. Lo que pocas veces se ha visto es que no solo el líder del equipo sino también a la vez líder de la carrera desempeñe esta función. A Purito Rodriguez no se le caen los anillos y en la pasada vuelta a Burgos lo demostró llevando agua a sus compañeros.

Foto: Rafa Gómez/Ciclismo a fondo

Para finalizar este tributo a los aguadores y a su trabajo, os dejamos un gracioso vídeo extraído de la web del equipo Caja Rural, donde se ve en directo la labor de un aguador. El protagonista es el joven ciclista  Garikoitz Bravo


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Carlos Sánchez y David Diaz. Con la tecnología de Blogger.

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